BIOGRAFIA

EL MÁS POPULAR
CRONISTA DE CARACAS

Guillermo José Schael era caraqueño. Había nacido en abril de 1919 y murió un 23 de abril justo cuando faltaban siete días para cumplir 70 años. Dedicado al periodismo, trabajó más de cuatro décadas en el diario El Universal, donde sostuvo la columna Brújula, crónica del acontecer inmediato, refrescamiento permanente de aspectos de historia nacional, la vida caraqueña, divulgadora del quehacer de la ciencia, los primeros pasos del hombre hacia la conquista de la Luna y el espacio a través de la cohetería, los satélites, los vuelos orbitales; el desarrollo de la aviación como en general de los medios de transporte y las comunicaciones.

En su crónica diaria, Schael exaltaba los valores humanos, la bondad, los seres constructivos humildes y decentes, la contribución del hombre corriente a la educación, a la cultura, al humanismo, las personalidades fuera de lo corriente, la naturaleza, la creatividad….

Sus escritos eras ágiles, breves y amenos, por lo general preparados en medio de las exigencias de la confección del matutino fundado en 1909 por Andrés Mata, en el que ocupó el cargo de Jefe de Información y responsable de las páginas de opinión.

Publicó varios libros, el primero en 1958: Imagen y Noticia de Caracas. Después salieron: La Casa del Banco de Venezuela, y las muy bien vendidas ediciones de La Ciudad que no Vuelve,Por los caminos del Ávila, Caracas de siglo a siglo, Historia del automóvil en Venezuela, LQQD, El terremoto de Caracas y El vecindario de Bolívar, en 1983, todos impresos por Ernesto Armitano

Pero, su labor importante fue como autor de la columna periodística Brújula. La revisión de la colección de tales escritos –unas 12 mil crónicas- conservada en la biblioteca del Museo del Transporte, advierte textos sencillos, orientadores de la opinión, generalmente didácticos, sin ofensas ni colores partidistas, nunca gobierneros, mostrario a veces apasionado de la evolución del país, las costumbres, el hombre y la educación como factores clave del desarrollo.

En los años 50, cuando comenzó la televisión en Venezuela, Schael produjo un programa de divulgación sobre asuntos especiales. Cuando apenas la tv aparecía en los hogares venezolanos, salió al aire en Radio Caracas TV (Canal 2) y después en Televisa (Canal 4). Goza de alta recordación aquel programa Reportaje Universal, pionero en materia de informaciones sobre la vida en el espacio y los intentos del hombre para conquistarlo.

A raíz de la muerte del Cronista Guillermo Meneses, Schael fue designado Cronista Oficial de la Ciudad de Caracas, cargo que detentó hasta que falleció a causa de paro cardíaco en 1989.

Aunque el nombramiento oficial se tiene como otro homenaje al periodista, lo relevante en Guillermo José Schael fue lo realizado a través de la prensa aun sin ser el Cronista de Caracas. Mucho antes ya era un personaje muy distinguido de la ciudad, con tribuna y reconocimiento colectivo propios.

Es, sin duda, el más popular de los cronistas oficiales que ha tenido Caracas, función desempeñada antes que él por notables escritores e historiadores como fueron los grandes y eruditos señores como don Mario Briceño Iragorry, el eminente Enrique Bernardo Núñez y el reconocido hombre de letras Guillermo Menenes.

Schael fue esencialmente periodista. Redactor, eportero, cronista. Dentro de tal contexto es que debe analizarse lo que escribió. Vivía para la noticia. Divulgador ameno, jamás pretendió el título de historiador ni reconocimientos de academias. Fue persona apreciada, respetada, tenida como individuo valioso, interesante e importante miembro de la sociedad venezolana a la cual hizo contribuciones estimables.

No persiguió fortuna, todo lo contrario. Se preciaba de ser auténticamente honesto, digno, modesto en los hábitos y costumbres. Ni siquiera automóviles lujosos. Solía decir: “Siempre al lado del mío habrá uno mejor”.

Según testimonios del ingeniero Antonio Agostini, desde 1966 Schael tuvo participación determinante en la creación del Museo del Transporte, ocurrida en 1970, institución de la cual fue director por espacio de varios años hasta 1989.

Según Agostini, Schael le planteó la idea la cual, cuando Agostini pasó a ser director del Parque del Este, asumió como reto con pleno apoyo del MOP, concretándose el proyecto ampliamente respaldado por el doctor Luis Teófilo Núñez a través del diario El Universal, Eugenio Mendoza y varios coleccionistas de automóviles. Escogido el terreno al lado del Parque del Este, galpones dedicados desde 1958 a reparar maquinarias del MOP, fueron transformados en la infraestructura básica del Museo, inaugurado el 12 de octubre de 1970.

Schael fue gran conservacionista de la naturaleza. Propició el conocimiento d los senderos del Ávila, lo cual estimuló porque creía que los venezolanos debían conocer mejor la intimidad de la montaña por la que él también anduvo llevando gente. Se ocupó de poblar los espacios abiertos del Museo con toda clase de especies arbóreas. Logró a raíz de la construcción del Metro de Caracas, que varios árboles que estorbaban para las obras del tren subterráneo, fueron replanteados en los predios cedido a la Fundación Museo del Transporte para instalar el museo.

A Guillermo lo traté mucho en el museo a donde durante algún tiempo dejé expuesto uno de los Packard de mi colección. Era ameno conversador y sabía mucho de los modelos clásicos, sobre todo de los que conocimos en Caracas desde la segunda década del siglo XX. También le apasionaba el tema de los ferrocarriles, medio de transporte que creía esencia para el progreso del país y el abaratamiento del costo de la vida.

Supe que le apasionaba el hipismo. Era asiduo del hipódromo y participaba con éxito en copropiedad de ejemplares de carrera.

Le agradaban los viajes, la lectura, la historia, el cosmos, la tertulia, como ya lo mencioné, los automóviles clásicos, los pasodobles, formó una buena biblioteca y dejó la estupenda colección de fotografías que cubre cien años de historia de Venezuela, Caracas y el automovilismo nacional, la llamada Fototeca Guillermo Schael que preservamos en la biblioteca del museo.

Casó en 1947 con Esther Ríos Noguera, de cuya unión nacieron dos hijos. El era el mayor de cuatro hermanos descendientes de los caraqueños Guillermo Schael González, alto empleado de la Casa Blohm, y María Teresa González. Fue educado por los padres salesianos y los hermanos Raimundo y Roberto Martínez Centeno en el Instituto San Pablo. Entre sus tíos figuró Eduardo Schael, fotógrafo que iluminó muchas páginas de El Cojo Ilustrado.

Hacia 1830 llegó a Venezuela el primer Schael establecido en América. Procedía de Alemania. La familia es originaria de Silesia, entonces Prusia. Era de profesión agrimensor. Primero se residencia en la Hacienda Santa Teresa, El Consejo, estado Aragua. En 1839 nació en Caracas el primer William (Guillermo) Schael venezolano.

Llevan su nombre la calle comprendida entre las esquinas de Urapal y Pele El Ojo (Parroquia La Candelaria, Caracas). También el Museo del Transporte que funciona en Caracas a partir de octubre de 1970.
                                                                                   Jorge Bello Domínguez
                                                                                   Periodista
                                                                                   Bibliotecario del Museo del Transporte.








4 comentarios:

  1. Felicitaciones por este blog que recuerda a tan extraordinario periodista venezolano.

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  2. Magnífico escrito y un justo homenaje a quien dedicó su vida a difundir cosas positivas y educativas para los venezolanos.

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  3. ...y dejo sembrada semilla la cual siguió...o mejor dicho... sigue.... sus pasos

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  4. Tuve oportunidad de compartir con el algunos minutos de un dia. Amena tertulia sobre Caracas tuvimos. La Caracas que no vuelve, expresa mucho de lo que el sentia por su ciudad.

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